Un pescadero de Nápoles, deseoso de sacar a su familia de la pobreza, se apunta a un cásting del programa televisivo "Gran Hermano" y se obsesiona con la idea de que está siendo observado por extrañas personas que le examinan para comprobar si es un candidato idóneo.
Siendo este un filme amargo y también divertido, que evoca no pocos filmes del cine italiano de los sesenta y setenta, el compositor rinde tributo a las músicas de aquellos autores que trabajaron en esos títulos, con música ligera, desenfadada pero con un moderado tono amargo, y mucha ternura en sus temas, en este caso algunos con claro sabor italiano. Contrasta esa música aplicada para la realidad social en la que se desenvuelve el protagonista con otra que sirve para ensalzar un mundo ficticio, irreal, en el que quiere sumergirse.