Filme basado en hechos reales que cuenta la historia del primer grupo de pilotos negros que sirvió en la Segunda Guerra Mundial, donde se encargaban de escoltar a los bombarderos americanos.
El compositor aplica una partitura sinfónica en la que desarrolla música épica y también elegíaca. La música épica no es ni pretende ser simplemente heroica, sino que es cuidadamente dramática y se conecta directamente con la elegíaca, empleada como tributo a los que que se sacrificaron en el conflicto. Frente a ambas líneas musicales, hace surgir una tercera de tono moderadamente trágico y una cuarta destinada principalmente a las acciones. En su conjunto, es una obra sólida y poderosa, con presencia de un notable tema principal que le sirve para entrelazar todo el temario.