Un publicista al servicio de gente rica y famosa se ve involucrado, a lo largo de un día, en una trama de conspiraciones políticas que se desencadena por una grabación en poder de una estrella televisiva.
Partitura de apacibles melodías, en la que el compositor emplea piano y al jazz, recreando una ambientación cálida y sugerente, también urbana, así como fragmentos electrónicos para el aderezo de la tensión.