Telefilme ambientado en Galicia, durante el Siglo XII. El Arzobispo de Santiago se instala en un convento para descansar de un viaje. El lugar, hasta entonces tranquilo, empezará a sufrir cambios.
El compositor firma una sobria y austera creación dramática que desarrolla en los territorios de las sombras y de las luces, que progresivamente van ganando terreno. El misterio y la indefinición son algunas de las pautas sobre las que se sustenta, con músicas que aparentan querer indicar y explicitar algo sin acabar de hacerlo. Un tema principal, moderadamente melancólico, céltico, es el hilo que lo teje todo y que llega a una bella y aliviadora conclusión final.