Videojuego, secuela de BIOHA7ARD (17).
Reseña de Ignacio Marqués Cuadra:
Muy en la línea de las últimas bandas sonoras de la saga –especialmente de la séptima entrega– los compositores aportan una variada creación orquestal y electrónica para ayudar a construir una experiencia asfixiante y desoladora, de auténtica pesadilla. Esta música –que pese a ser intencionadamente atonal y, por momentos, molesta en realidad es elaborada– va apareciendo de una manera dosificada, en los lugares estratégicos y de mayor importancia, pues a lo largo del juego predomina el silencio musical y unos efectos sonoros de fondo que generan en el jugador un estado de permanente incertidumbre y exposición, multiplicándose el efecto de tensión o terror que aporta la música cada vez que esta llega. Se destaca también por el ocasional tono gótico y místico en algunos de los temas pero, muy especialmente, por sus momentos más tóxicos y demenciales.