Secuela de Django (66), donde el pistolero, ahora convertido en un hombre pacífico, se ve obligado a empuñar las armas nuevamente al descubrir que es padre de una niña a la que debe buscar.
A diferencia de la música para la película original, esta es una banda sonora más oscura, en momentos siniestra y dramática, en la que apenas quedan restos del tono heroico, aunque los hay, como también hay sitio para lo lírico. Tiene momentos especialmente notables, con coros.