Usuario: (ignus) Ignacio Marqués Cuadra
Fecha de publicación: 09.04.2016
Siguiendo la estela que dejó con el cambio de milenio la aclamada y exitosa “Gladiator”, que consiguió no sólo resucitar el género de romanos sino aportar un punto de vista totalmente nuevo, mucho más realista y con un acercamiento a lo que fue la Antigua Roma bastante mejor documentado que las superproducciones de los 50 y 60 norteamiracanas, y por supuesto los peplums italianos, llegó cinco años después esta extraordinaria serie producida por la HBO y en la que además participó el gran John Milius, un director y guionista que lamentablemente por aquel entonces ya estaba completamente desaparecido del panorama cinematográfico.
La Historia de Roma me ha fascinado desde siempre y leído muchísimo sobre ella, también he visto muchísimas películas o miniseries sobre ella. En mi opinión, esta serie es lo más verídico, auténtico y mejor documentado que se ha hecho nunca en una producción sobre los antiguos romanos, es la que mejor ha sabido retratar, con muchísima profundidad, cómo era la vida en la Roma Antigua, además de narrar una de las épocas más complejas de su historia, que fue la caída de la República y la transición hacia el Imperio Romano, aunque evidentemente cuenta con muchísima ficción y bastantes acontecimientos históricos muy simplificados, algunos incluso muy diferentes de lo que fueron realmente. En cualquier caso, no creo que exista una producción que en general haga un retrato tan rico, complejo y riguroso de lo que fue la ciudad más cosmopolita de hace dos mil años, en una de sus épocas más fascinantes y turbulentas, que fue el origen de uno de los imperios más poderosos de la Historia y una parte fundamental de la cultura occidental.
Como he comentado, la serie, de dos temporadas, explica precisamente los últimos 25 años de la República, desde la rendición de Vercingetorix poniendo fin a la conquista de las Galias por Julio César (52 a.C.) hasta la proclamación del Imperio con Augusto como primer emperador (27 a.C.), todo ello pasando por tres cruentas guerras civiles. La serie explica los hechos, como es lógico, desde un punto de vista imparcial, y dibuja una República de Roma bastante caótica, violenta y corrupta, muy decadente, algo muy lejano de lo que posteriormente sería la Roma Imperial.
Jeff Beal, uno de los compositores más veteranos e interesantes que se dedican actualmente a la televisión, fue el compositor que hizo la banda sonora de la serie, y creo que hizo un trabajo cercano a lo magistral, pues contribuyó muchísimo a dar vida a esa ciudad y a esa época desde un punto de vista muy adecuado. En primer lugar, creó una elaboradísima música con mucha instrumentación étnica, con fin de que se alejara de las orquestas convencionales para conseguir un sonido que fuera muy homogéneo, pero también que sonara a antiguo para lograr esa distancia temporal tan grande y que lo que viéramos fuera algo como totalmente remoto y desconocido para nosotros, que en cierto modo es una de las novedades que trajo esta serie al mostrar a los romanos de una forma que nunca antes se había hecho. Tampoco se realizó una estructura musical donde se hiciera un uso demasiado ortodoxo de cada uno de los temas aplicados a los personajes principales, precisamente para lograr esto, centrándose más en construir un drama y unos ambientes comunes a todo, que dieran una sólida unidad. Todo ello funcionó de maravilla, pues se trata de una música que no tiene absolutamente nada que ver con la de los clásicos de Rózsa y compañía, ni tampoco con lo hecho por Zimmer en “Gladiator”, que a excepción de un mayor uso de lo étnico sí que era una banda sonora más ortodoxa que ésta. En segundo lugar, algo que considero todo un acierto de Jeff Beal fue establecer un tono musical muy crepuscular, con muchos momentos incluso trágicos y tristes, bellísimos, para marcar que nos encontramos en una época de decadencia y declive para la República, como si en cierto modo fuera el fin de toda una época, que es lo que encuentro más interesante y acertado de esta banda sonora. Y ciertamente fue así.
Aquí pienso que Jeff Beal sí que tomó partido por el bando de Julio César y Octavio, gracias a los cuales Roma se convirtió en un imperio (aunque el compositor lo hizo de una forma sumamente sutil y contenida, sin ensalzamientos). Esto se puede observar en los momentos victoriosos de ambos personajes a lo largo de la serie, generalmente con marchas militares y tonos castrenses (The Battle Has Begun, Pullo Finds the Gold). Ocurre principalmente en el caso de César, por ejemplo tras finalizar la conquista de las Galias, poco después de cruzar el Rubicón comenzando así la primera guerra civil, tras derrotar a Pompeyo en la Batalla de Farsalia o tras su desfile triunfal en Roma dos años antes de su asesinato. En el caso de Augusto no ocurre tanto pues la última guerra civil, contra Marco Antonio, queda más dibujada como una guerra entre hermanos y aquí la música no se llega a posicionar en ningún bando. También hay que decir que la música nunca enfatiza las batallas, sino que las muestra como algo muy dramático y fatal (especialmente la de Filipos en la segunda temporada, que supone el fin de la segunda guerra civil con la muerte de Bruto y Casio, los principales autores del asesinato de César y defensores de la República).
Algo que tampoco se había visto nunca en profundidad en una producción de romanos es cómo vivían las clases populares (en “Yo, Claudio” por ejemplo veíamos sólo cómo era la vida en los palacios imperiales), y en “Roma” encontramos que hay un perfecto equilibrio de personajes tanto de la aristocracia como de las clases más humildes, explicándose muy bien cómo ambas clases se relacionaban tanto en la vida pública como política. Otro gran acierto de Jeff Beal es aplicar el mismo tipo de música dramática para todos, independientemente de su condición social, donde destaca el bellísimo tema de Niobe.
Tampoco me puedo olvidar del magnífico tema principal, que abre siempre todos los capítulos en los títulos de crédito iniciales, marcando ya el sonido tan característico de la serie, y que también se aplica en determinados momentos puntuales.
“Roma” es una de las mayores series jamás hechas, y al que le interese la Historia de Roma se la recomiendo antes que cualquier otra serie o película, ya que me parece el mejor acercamiento que se ha hecho sobre la Roma Antigua, especialmente sobre una época que, exceptuando el asesinato de Julio César, no se ha explotado tanto cinematográficamente hablando. Desconozco si “Roma” tuvo suficiente éxito (creo que no porque había rumores sobre una tercera temporada que nunca se hizo), pero en esta época dorada de la televisión se me escapan las razones de porqué no se hacen más series de este nivel sobre otros momentos de la Historia de Roma tan fascinantes como hay y que prácticamente no se han explotado, como por ejemplo la Fundación de Roma, todo el período de Monarquía, el nacimiento de la República o las Guerras Púnicas, que además de entretener servirían para aprender Historia, en lugar de desperdiciar el dinero en remakes innecesarios (Ben-Hur), en hacer similares series históricas sobre vikingos o fantásticas que se parezcan a “Juego de Tronos”. Muy grande “Roma” y muy grande Jeff Beal.