Para salvar a cientos de personas de la explosión de un pozo petrolífero, un equipo de expertos emprende una peligrosa travesía por el desierto con una carga de nitroglicerina.
El compositor retoma el tipo de música con la que se significó en las décadas de los ochenta y noventa y la aplica en este filme para dar vigor y una ambientación sucia, árida y en sus mejores momentos tóxica y enrarecida. No tiene más relevancia pero es el elemento que mejor funciona en este remake que mezcla Fast and Furious con Mad Max y que logra mantener la tensión desde el primer momento hasta el final. Se destaca en particular por algunos momentos apocalípticos, pero por poco más.