Usuario: Anónimo
Fecha de publicación: 25.04.2009
Magistral partitura que insiste en la tendencia iniciada por Baños en Buñuel y la Mesa del Rey Salomón, fusionando musica sefardí, flamenca y española, consiguiendo un trabajo personal, de gran calidad musical y perfecta complicidad con las imágenes. Lejos de sus trabajos para películas de género, Baños demuestra una personalidad cada vez mejor definida para sus trabajos con Saura, que despues de solo tres trabajos, ya se ha consolidado como una de las colaboraciones mas brillantes y satisfactorias del reciente cine español, resistiendo perfectamente la comparación con las de Iglesias-Almodovar, Nieto-Aranda, Cases-Pons o Iglesias-Medem. La musica se divide entre los temas de alto contenido dramático y otros delicados de una enorme belleza. En el caso de los primeros, muy influidos por la música flamenca, con taconeos incluidos, alcanza momentos de gran intensidad, como la muerte de Juan, o el comienzo del espectáculo. Momentos llenos de fuerza, rebosantes de imaginacion e infinitas soluciones instrumentales, en los que percusion, soprano e instrumentos árabes hacen un conjunto sorprendente y cautivador. En el segundo bloque, la guitarra española aporta una enorme sensibilidad, creando momentos de extraordinaria belleza . Y entre todos, un tema destaca en especial, esa pieza compuesta especificamente para el director, la Sevillana de Carlos, un tema extraordinario, bellisimo y muy retentivo, que ha terminado por convertirse en el tema mas emblematico de este trabajo complejo, hermoso y personal como pocos, que gana en fascinacion y adiccion con el tiempo, a defender sin complejos como uno de los grandes trabajos de la década. Obra maestra absoluta.