El perro Scooby y su pandilla se unen para liberar a un perro fantasma.
El compositor deja parcialmente de lado su vena electrónica y aplica una banda sonora de género con sus códigos usuales: sinfonismo, músicas para enfatizar la acción, temas ambientales y cierto aire retro que evoca el espíritu de la serie televisiva de los setenta. No va más allá de eso y, aunque le falta cierta solidez en su estructura y temas, cumple con lo requerido, pero muy ajustadamente.