Una familia se instala en una nueva urbanización para vivir. Pero una noche unos delincuentes irrumpen violentamente en la vivienda y comienza el pánico.
Partitura atmosférica en la que el compositor elude utilizar los recursos tan habituales en el género y recurre a una música de apariencia fría y distante, más estática que dinámica con la pretensión de fomentar una sensación de aislamiento y de desvincular en parte las emociones (miedo, amenaza) del contexto narrativo, salvo en algún momento donde la música es más decidida y explícitamente agresiva. Recurre a un motivo muy reiterado y obsesivo que plasma una impresión pesimista y desesperanzadora y que es contrastado por momentos dramáticos débiles y frágiles, que no hacen sino fortalecer la idea de que todo está perdido.