Cuarto episodio de la serie televisiva. La fe de la Reina Regente Míriel es puesta a prueba. Isildur se encuentra en una encrucijada. Elrond descubre un secreto. Arondir recibe un ultimátum. Theo desobedece a Bronwyn.
SPOILERS
Reseña de Ignacio Marqués y Conrado Xalabarder:
Este capítulo focaliza en Adar, el líder de los orcos, el tema que se aplicaba a los orcos al principio del anterior y en el capítulo 2 cuando Arondir y Bronwyn van al poblado destruido. A pesar de que aquí aparece de forma breve, muestra aires siniestros y sibilinos, pero también algo de amargura, lo que abre un interesante interrogante sobre el personaje. El tema de Durin adquiere un considerable protagonismo en el capítulo y su tema, inicialmente rudo y serio, le da un aspecto cálido y sentimental: es un enano de buen corazón.
El tema del poder del Mithril se utiliza cuatro veces en Khazad-Dum: dos cuando Elrond descubre el mithril en la mina antigua, otra cuando Durin le regala la pepita de mithril a Elrond y otra más cuando Durin padre e hijo cuando se refieren a las intenciones ocultas de Gil-Galad enviando a Elrond a Khazad-Dûm, por lo que el tema sigue guiando hacia el plan maestro de los elfos.
Galadriel es elevada con su música a un nivel prácticamente místico, casi al modo de una Juana de Arco con una misión que liderar y cumplir. Su tema se fortalece considerablemente, y la fortalece a ella. También las músicas de Arondir y
evolucionan, crecen y hacen crecer en relevancia y trascendencia a los personajes.La música de Númenor, por su parte, incide en unas primeras fases en lo dramático, por el peligro que acecha al reino y la cerrazón y desconfianza de Míriel hacia Galadriel, aunque al final del capítulo se produce un giro, el tema se libera de sus tensiones y se alía de un modo muy enfático con el de Galadriel.
La música de Halbrand regresa de alguna manera a las tierras del sur, dramáticamente, pero en esta ocasión la figura de Habrand ya está presente en la música. Sauron flota en el ambiente, discretamente, hasta que se manifiesta en el golpe musical final, su presencia más poderosa hasta ahora.