Cuando un chaval que ha crecido en las calles, grita la palabra 'SHAZAM!', se convierte en un superhéroe adulto...con el alma de un niño.
Esta es una película de superhéroe sin música de superhéroe. Hay un tema principal que se sustancia más en la forma de motivo reiterado pero no desarrollado, y que se utiliza como referencia durante el filme dando la impresión que va a llevar a una eclosión que finalmente no llega. Queda así como una melodía que, aunque enfática y de suntuosa orquestación, tiene poca sustancia melódica. Lo mismo sucede con el contratema del villano y su marcado ritmo que no conduce a mucho más que a una mera presentación de su poder y maldad, y que también es empleado como referencia pero sin que llegue a haber un enfrentamiento real con el tema principal. Hay abundancia de temas secundarios, para las acciones y el énfasis, que aunque muy solventes en lo que a producción se refiere, no ayudan a consolidar una banda sonora que tiene momentos brillantes pero que adolece de prestancia, entidad, sin nada memorable y con un resultado algo grisáceo.