Un músico de Nigeria llega a Brasil para localizar a su hermano.
El compositor aplica una banda sonora dramática que posiciona en la mirada y las emociones del hermano que busca, con un tono de contenida melancolía. La guitarra eléctrica se emplea para unirles (ambos tocaban en el mismo grupo) y la partitura evoluciona por los terrenos del misterio, la incerteza y finalmente lo sentimental.