Cuando tres muchachos son asesinados, un haitiano practica un ritual para resucitar sus cabezas y poder vengar sus muertes.
Banda sonora con tema principal de Danny Elfman, variada en temas ligeros y desenfadados que dan un tono deliberadamente frívolo al misterio, con propósitos de enfatizar lo cómico, y que tiene una parte dramática también impostada. Lo mejor, las músicas circenses y grotescas.