Una joven descubre una caja con poderes mágicos, pero usarla tendrá un alto y sangriento precio.
A partir de un motivo de cuatro notas de una caja de música se desarrolla una creación de género, con música electrónica e instrumentos solistas, que se aplica tanto para ambientar el terror como para lo dramático. Esas cuatro notas, leit-motif, no son solo una referencia sino que se emplean con propósitos narrativos y son cambiantes: en momentos dramáticas, en otros amenazantes, también frágiles o poderosas. En lo que resta, hay amplia variedad de temas que conforman una creación bien estructurada.