Extravagante partitura llena de matices cómicos que, aunque musicalmente tienen gracia y en algunos casos son inteligentes, acaban por crear un caótico experimento que cuesta de seguir narrativamente y que sólo acompaña a las imágenes y sirve como música meramente ambiental.

El tema principal, cantado en su totalidad por coros femeninos y voces masculinas más graves, es demasiado cómico y en ocasiones muy extraño. Es un tema muy ligero, sí y también divertido aunque a veces demasiado ridículo. Además, está constituido por algunas variaciones durante la película y la partitura que hacen que se disfrute (o no) en varios momentos.

El resto de la banda sonora sigue en esta línea con algunas músicas experimentales divertidas y efectos de sonido (como el de una bola de Ping Pong chocando entre las paredes) y muchas piezas jazzísticas que dan un empaque más elegante al conjunto pero que tampoco acaba de cuadrar del todo.

Narrativamente no explica nada y solo Rossanna tiene un tema propio, bastante erótico, que se utiliza varias veces y con algunas versiones a trompeta, piano e incluyendo una melodía a silbido.
En su conjunto, es básicamente eso, una creación caótica y experimental cuya función es la de acompañar a las imágenes y darles un toque más cómico aunque tan ligera que en ocasiones se perdona la escucha y su inserción en el film.

5/10