Reseña de Gabriel Yong:

Para esta emotiva película la música en gran parte de sus apariciones solo cumple funciones ambientales, aunque de todo su conjunto se pueden desprender dos temas musicales que explican cuestiones dramáticas importantes del relato. También importante es el uso del silencio que coherente con lo que se observa y explica del mundo interior de Shôko debido a su sordera.

Tema de la amistad: es un tema que anhela el contacto humano y se muestra en dos tiempos distintos. Primero aparece en la niñez de Shôko ya que ella a pesar de su enfermedad quiere hacer amigos sin poder conseguirlo debido al abuso y las humillaciones sufridas por Ishida y compañía, pero tras que este último viva en carne propia todo el daño que le hizo en la escuela, en su proceso de redención este buscará enmendar las cosas y en el presente él usa este tema para reunir un grupo de amigos donde se encuentra la propia Shôko, aunque incluso haya personas dispuestas a destruir la música como Ueno al sentir celos de que su interés amoroso intente formar una conexión con Shôko.

Tema de Ishida: este es el tema principal de la película, aunque solo salga dos veces en el relato. Busca expandirse, pero que es necesario que atraviese una expiación el personaje para que al fin pueda abrirse al mundo, por eso que solo puede abrir completamente sus alas en la secuencia final cuando Ishida se ha perdonado a si mismo y es perdonado por los demás, en especial por Shôko.