El despertar a la vida de dos adolecentes suecos durante la Segunda Guerra Mundial.
Hermosa creación lírica y dramática en la que se aplica música para recrear un entorno de aparente calma, casi idílica, en la que la compositora inserta gradualmente elementos de mayor seriedad y madurez. El cello es el instrumento destacable, con el que da un punto de exquisitez y refinamiento y del que se sirve para referenciar lo hebraico, aportando dignidad no melodramática. Es una banda sonora sentida y emotiva, muy luminosa y con notable tema principal.