Un grupo de pop que se ha disuelto a causa de la muerte de sobredosis de uno de sus miembros se reconstituye años después, con éxito.
Al margen de las canciones que aparecen en el filme -no en esta edición discográfica- la música del compositor se decanta por una vertiente más lírica, de enorme belleza e intensidad creciente que desemboca en un arrollador tema sinfónico con soprano, que figura entre lo más destacado creado por el compositor. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Illarramendi 1995-2005 (05).