Una escritora italoamericana que vive en Nueva York se ve obligada a volver a Roma para convencer a su anciana madre de que se vaya a vivir con ella.
El compositor aplica una música experimental, con electrónica, para contribuir a recrear -como sucede en el resto del filme- una estética lynchiana, onírica y eléctrica, con un tono de moderada evocación dramática y melancólica que se fusiona con otro de suspense. Pero el resultado final acaba por ser latoso y monótono.