Continuación de Star Trek (09). Cuando a la tripulación de la Enterprise le ordenan que regrese a casa, descubren una imparable y terrorífica fuerza que, desde dentro de su organización, ha hecho saltar por los aires la flota y todo lo que esta representa, sumiendo al mundo en una profunda crisis.
El compositor mantiene y amplía los postulados aportados en el anterior filme, haciendo uso de modo muy notable del tema principal no solo como referente sino especialmente con propósitos narrativos y dramáticos, transformándolo en diferentes sentidos. Esta es una banda sonora, como lo era la anterior, de factura clásica, conservadora, muy elocuente y directa en sus pretensiones, que no son otras que las de fusionar el espectáculo con la evocación, aquí exquisita y elegante. Vuelve a producirse lucha entre temas luminosos -liderados por el principa- con música oscura y siniestra, singularmente eficiente, y cuenta con momentos de radiante belleza, también en lo maligno. Es una creación sólidamente estructurada, que el compositor expande en lo épico o contrae en lo dramático a gusto, solo estropeada por una espantosa canción final.