Mientras huyen de la policía en una nave, un par de delincuentes recogen al único superviviente de una misión secreta destinada a destruir una poderosa arma de destrucción. Los dos hombres se ven súbitamente inmersos en esa misión.
Uno de los ejemplos de cómo una película incalificable (por lo malo) puede contener una partitura más que notable. Partitura de melodías amplias y sinfónicas, muy bellas, con las que el compositor aporta cierta dosis de grandeza al filme y refuerza el sentido de gran odisea.