Ocho cortometrajes en los que el protagonista evoluciona desde su infancia hasta su vejez y que sirven para reflejar la relación del hombre con su entorno.
El compositor une las ocho historias bajo un mismo paraguas con una música ambiental que aporta un cierto tono evocador, con algunos momentos donde hay mayor expresividad emocional, optimista. Se acompaña de Hachi-gatsu no kyôshikyoku (91).