Tercera parte de Superman (78), aquí luchando contra un magnate que utiliza a un experto informático para poder destruir el poder del héroe.
Aunque una tercera entrega con la música original (o parte de ella) de John Williams podría dar al "más de lo mismo", lo cierto es que Ken Thorne mejora en algo lo que escribió para la segunda parte, si bien sigue quedando a años luz de lo conseguido por Williams. En todo caso, aquí es menos rutinario y más apocalíptico, dinámico y hasta divertido. No se sustenta en lo conocido y se aventura con nuevas fórmulas melódicas (nuevas dentro de la serie, claro está). Lo peor es la inclusión de un puñado de horrendas canciones comerciales de Giorgio Moroder. Se acompaña de Superman II (80)