Cortometraje sobre un terapeuta que se deslumbra con el abrigo de Prada de una paciente.
El compositor irrumpe para marcar el punto en el que el personaje (y la audiencia con él) se abstrae de la situación y comienza a pensar solo en el abrigo, sin escuchar a su paciente. La música marca su atracción. Se cierra en créditos con un tema desenfadado y de comedia.