Un joven con aspiraciones de escritor empieza a trabajar en un diario local, donde los acontecimientos reales a los que se enfrenta cambiarán su perspectiva de la vida.
El compositor fomenta con su música una tensión contenida que se refuerza mediante instrumentos de percusión, en lo que no deja de ser el recurso musical tópico en filmes sobre investigación periodística. En este sentido, la partitura no pretende otra cosa que el acompañamiento puntual de las diversas secuencias y dotar de un cierto cariz realista a la película.
Los temas en la banda sonora son variados, pero en su conjunto quedan unificados por su misma textura y color, moderados en su ritmo y algo afligidos en su entonación, para obtener de todos ellos la misma intención dramática. El resultado es monótono y escaso en recursos.