Un joven con la cara magullada afirma ser un niño que desapareció hace 10 años. Simultáneamente, se suceden una serie de horribles asesinatos en la región.
Como lo es la propia película, esta banda sonora es una propuesta visceral y radical, que del mismo modo que ayuda a recrear un entorno distópico, irreal, deshumanizado e industrial, profundiza en lo dramático exponiendo la desolación y desconcierto de algunos de los personajes. Es variada en temas y estilos, es moderna y también antigua. No está solo para ambientar sino especialmente para generar inmersión.