Remake del filme All The King's Men (49), de Robert Rossen, en torno a la figura de un político corrupto y sin escrúpulos y la gente que le rodea.
El compositor hace girar el grueso de su creación en torno a tres ideas temarias: una parte contundente para la representación del poder, otra tierna e intimista para una historia de amor secundaria y música de raiz netamente americana, para la contextuación del lugar. Emplea tres pianos y orquesta y da un tono algo afligido a lo largo de su creación, pero particularmente al final de la misma.