Un respetado hombre de negocios de oscuro pasado busca venganza cuando su hija es secuestrada por unos hombres que quieren saldar viejas deudas.
El compositor aplica una banda sonora que desarrolla en los terrenos de la acción y lo dramático. Las músicas para enfatizar la acción son, aunque convencionales, eficientes, y dan un adecuado sentido de caos al filme. Mucho más solvente es la parte dramática, que gira en derredor de un sentido tema principal que evoluciona en los ámbitos de lo dolorido y la redención, tiene una buena progresión y alcanza momentos de cuidada belleza, a lo que ayuda el empleo de voz femenina.