Un viejo matrimonio viaja a Tokio a pasar unos días, aunque no les gusta la gran ciudad. La pareja tiene tres hijos: el mayor dirige un hospital; la hija es dueña de un salón de belleza y el pequeño trabaja en el teatro. En el encuentro surgirá un incidente imprevisto.
El compositor aplica una apacible y agradable creación de tono lírico y evocador, que hace fluir de modo tranquilo, calmado, recreando un ambiente cálido, sentimental y moderadamente nostálgico, sin énfasis -salvo en la parte final- y que sustenta en bellas pero no llamativas melodías. Es sencilla, pero elegante.