Nueva versión de la novela de Mark Twain sobre las aventuras de un muchacho que vive en la orilla del río Mississippi.
El compositor aplica una banda sonora sinfónica con bello y notable tema principal, evocador, del que saca buen partido en su desarrollo, con diversas transformaciones. Se destaca también por las referencias folk, obvias, y por el sentido abierto y luminoso que imprime en el conjunto. Es menos relevante en los temas secundarios, de apoyo, que tienen especial interés, lo que genera cierto desequilibrio.