Dos ladrones entran en una mansión de Hollywood en busca de una caja fuerte, pero en su lugar descubren a un hombre atado, amordazado y torturado hasta quedar irreconocible.
Banda sonora que sigue las pautas tradicionales en este tipo de películas, con música críptica que quita oxígeno al entorno, haciendo irrespirable el ambiente y recreando un permanente estado de claustrofobia, aunque con algunos refinamientos. En este sentido, es una creación mucho más sutil y elaborada que lo acostumbrado.