A mediados del Siglo XIX, un capitán debe escoltar a un prisionero de Palermo a Messina. Se trata de un hombre que años antes le había robado a su novia el día de la boda. En su viaje a través de una Sicilia convulsionada por las revueltas populares, la evocación de la que fuera su amada provoca en él una profunda crisis espiritual y transforma su visión del mundo.
El compositor firma una banda sonora que desarrolla en lo ambiental, lo dramático y lo romántico. Cuenta con un tema principal lírico y de aires melancólicos, que evoca un tiempo de cambios drásticos, de pérdida, que se aplica sobre el protagonista, y que es complementado por otras melodías también moderadamente afligidas. Se contrasta con la música para el recuerdo, romántica y también con un tono algo triste, que expresa la añoranza por un pasado mejor. Finalmente, temas para el entorno acaban por estructurar una creación elegante y sencilla.