Un científico intenta evitar la catástrofe generada por su madre, creadora de un humano mutante de intenciones nada buenas.
Una nana de apariencia cándida pero trasfondo siniestro es el eje en derreredor del cual se construye esta partitura de género, deudora de Herrmann y con la que el compositor fusiona la inocencia del niño monstruoso con la terrible amenaza de su existencia. Otros temas se aplican para reforzar lo terrorífico, dando lugar a una creación convencional, pero eficiente.