Obra no cinematográfica que el compositor escribe para cuarteto de cuerda, saxo tenor, clarinetes, piano, contrabajo, percusión y batería, con motivo del 75 aniversario del pintor Josep Guinovart. De gran belleza, combina y fusiona estilos como el minimalismo, la música romántica o el jazz, con algunos temas que se basan en fragmentos previos del propio compositor. Sobresale por su elegancia y por sus momentos al piano.