Un joven universitario apasionado del surf encuentral un antiguo carrete fotográfico. En las fotografías aparecen enigmáticas imágenes y una cara conocida, lo que le lleva a emprender una peligrosa investigación.
Banda sonora en la que el compositor sigue algunas de las pautas propias del género del cine negro, con melodías a medio camino entre lo intrigante y lo sensual, con las que establece el entorno ambiental del filme. Pero a diferencia de la latente fatalidad con que impregnó esos filmes, aquí se muestra más romántico, con un bello tema principal, sencillo y transparente, que conoce algunas transformaciones más o menos enfáticas y que en todo contrasta con las músicas aplicadas para el misterio, más elaboradas y que por ello refuerzan el poder de aquello a lo que representan. Es en su conjunto una obra sólida, no especialmente destacable en la trayectoria de su autor ni en el género, pero es eficiente y cuenta con muy interesantes momentos instrumentales.