Cortometraje sobre dos parejas que se reúnen para jugar al trivial, y durante el juego estallan sus diferencias.
Divertida creación en la que el compositor pauta los acontecimientos con un tono desenfadado y burlesco, que se inicia de modo ordenado y acaba deliberadamente cambiante y caótico. El delicioso uso del clavicordio barroco aporta un tono de élite, aristocrático, que ayuda a ridiculizar a los personajes.