Filme de animación en 3D sobre una vaca que juega con sus amigos de trapo y que, envidiosa de unas ovejas que van a formar parte de un espectáculo, se dispone a llegar a ser una estrella, pensando que está perdiendo el tiempo con un grupo de amigos equivocados.
Partitura sinfónica que la compositora hace girar en torno a un bello y muy retentivo tema principal -aplicado sobre la vaca protagonista- y que convive con otros temas de diferentes estilos. Ese tema principal, de tono vitalista y optimista, es reforzado con coros y con percusión corporal (ejecutada por Sergi Ramis) y tiene un carácter expansivo, dominante, que se impone sobre las demás melodías. Entre estas últimas sobresalen unas divertidas músicas ochenteras aplicadas a las ovejas, un tema barroco serio y épicas melodías de acción.
La banda sonora, sólidamente estructurada, es de cuidada elegancia, muy transparente en sus propósitos y con refinamiento instrumental. Sin embargo, hay una seria deficiencia en su montaje sonoro dentro del filme, que desaprovecha en buena medida el potencial expresivo, narrativo y dramático de la música, que acaba relegada a un segundo término. No es culpa, claro, de una compositora que ha aportado lo mejor de sí misma.