Usuario: (manu) Manuel Monteagudo Lopez
Fecha de publicación: 14.01.2017
Underworld: Guerras de Sangre que no ofrece nada nuevo bajo el sol, pero para el espectador que siga a pies juntillas esta saga, no creo que sea algo que no se espere, pues ofrece precisamente lo mismo que en las anteriores ocasiones, aunque con una duración mas ajustada, que es la que consigue que distraiga lo justo y necesario para no lamentarse de ella.
Respecto a la banda sonora de Michael Wandmacher, pues solo puedo decir que su trabajo se ve ninguneado por todas partes. Sigue la tónica habitual de esta saga, y es atiborrar de efectos de sonido cada escena y cada momento, de manera que la banda sonora apenas tiene un uso primordial en el film, salvo por puro efectismo (salvo la segunda entrega de Marco Beltrami, la mas elaborada de todas ellas). Y en este caso resulta aún mas grave cuando se comprueba en solitario que el trabajo, sin ser nada del otro mundo resulta cumplidor a la hora de ser descriptiva en la acción del film, pero que una vez dentro de ella, el espectador ni se percata ante el aturdimiento de efectos de sonido que la pueblan...y créanme que son muchos.
Es en los momentos de calma donde se ve que Michael Wandmacher parecía tener pretensiones de desarrollar la banda sonora, pero repito, dentro de la película, apenas tiene sentido por que ni se desarrolla el temario o, directamente, no se escucha. Hay intentos de profundizar al personaje de Selene (sin duda la parte mas efectiva dentro de la narrativa de la película) pero apenas son esbozos de un relato que le importa muy poco el desarrollo musical que ésta pudiera tener. No pondré en duda la efectividad de resultar aparatosa en sus momentos mas intensos con tal de lograr el objetivo de atronar los altavoces de la sala, pero el resultado final dista mucho de ser bueno. ¿Cumplidor con el film a tratar? Desde luego, pero resulta algo frustrante encontrarte con un trabajo al que apenas le dejan respirar.
Underworld: Guerras de Sangre es una partitura efectiva porque, dentro de lo que cabe, sigue las pautas de la saga, pensando que como narrativa tiene algo que decir...y desafortunadamente, no es así. Lo que encontramos es una sucesión de golpes de efecto que se entremezclan con los sucesivos efectos de sonido que, mas que dar espectacularidad a la misma, terminan por resultar atronadores y bastante excesivos, de manera que llega a cansar al espectador y al oyente. Una partitura que, en su escucha aislada, podrá resultar meramente funcional y efectiva (lo es, sin duda, tampoco es un gran bodrio), pero que dentro de ella, apenas tiene algo que decir...ni siquiera para enfatizar el frenetismo o la intensidad de sus escenas de acción. Mas alto y mas fuerte, no siempre significa mejor...y parece que los productores y creadores de esta saga quieren tomar este dicho