Tras despertar de un coma, un hombre descubre que ha sido suplantado por otro, y nadie le cree -ni tan solo su esposa- cuando intenta reciperar su identidad.
Partitura que, aunque arranca dramáticamente de una manera prometedora, luego deriva por terrenos más convencionales y arquetípicos. La música fluye entre lo atmosférico, con temas que recrean un entorno críptico, la acción (con momentos de ímpetu) y lo dramático, que es la parte más destacada y en la que pincela cierto cariz desolador y amargo. Pero poco más.