Un cazavampiros cuenta con la ayuda de un equipo de mercenarios pagados por el Vaticano para enfrentarse a un experto vampiro que busca la Cruz Berziers, con la que su raza podrá sobrevivir a la luz del día.
El hecho de que el filme se ambiente en el sur norteamericano y su estética moderna han sido las claves principales para que el director y compositor haya optado por una partitura basada en temas de inconfundible aire sureño, así como melodías surgidas del sintetizador para la descripción del horror.