Una comisaria se enfrenta a un tenebroso crimen: un joven ha aparecido asesinado. Sin identidad visible. Sin pistas aparentes. Sin móvil.
"La voz es la protagonista de esta banda sonora. La música plasmada en Verano en rojo encierra de algún modo una súplica silenciosa, una expresión poderosa que da voz a las víctimas silenciadas, a esas almas infantiles que han soportado las consecuencias de los abusos perpetrados por las sombras eclesiásticas. Bajo la magistral dirección de David Azurza, las armonías de un coro mixto resuenan en este conjunto musical. A través de una gama diversa de composiciones, las piezas corales transmiten el peso histórico de la institución eclesiástica mediante profundos tonos vocales masculinos, mientras que las voces femeninas forman un coro que evoca la fragilidad de la infancia. En el corazón de esta experiencia musical, la solista Julia Blasco se erige como la voz misma de la infancia, encarnando la inocencia y la pureza que son fundamentales para la narración. Como un faro que la guía, su voz se convierte en el eje central de la historia. La sinfonía se entrelaza con elementos electrónicos, mezclando lo electrónico con lo orquestal en una danza melódica de cuerdas y sintetizadores. Los géneros fluyen y se entremezclan, desde elementos de suspense y suspense hasta la grandeza de la música coral y orquestal, todo ello interconectado por el hilo conductor de los paisajes sonoros electrónicos." (Paula Olaz)