La historia real de un neuropatólogo forense que descubrió el síndrome post conmoción cerebral, que causó tanto daño a muchos jugadores de fútbol americano y que provocó los suicidios de antiguas estrellas de la liga NFL afectadas por el síndrome.
El compositor sigue fielmente los que suelen ser los patrones usuales en filmes norteamericanos sobre hombres contra el mundo, películas de personas que deben superar retos personales y dificultades interpuestas por magnos intereses corporativos, empresariales, etc. Así, se sustancia en una serie de temas musicales para enfatizar el entorno hostil, de complicación, que funciona a modo de muro aparentemente infranqueable y que resalta el poder de aquello contra lo que se combate o cuando menos las complicaciones a las que debe hacer frente el protagonista. Éste es acompañado, naturalmente, por una música de apoyo, lírica y cálida, también enérgica, que lo ensalza y eleva. En este filme en particular, de modo harto convencional.