Una familia india se traslada a Francia y abre un restaurante al otro lado de la calle en la que se encuentra un restaurante francés con estrellas Michelín, cuya propietaria amadrina al talentoso hijo de la familia.
El compositor aplica una banda sonora en la que alterna y fusiona dos mundos musicales: el occidental y el indio, tal y como se corresponde al argumento de la película. Lo hace en base a sencillas melodías ambientales, no narrativas ni dramáticas, que buscan y logran dar colorido a la película, pero con funciones sustancialmente estéticas. Incluye algunos momentos bellos y elegantes, en tanto otros son comerciales, especialmente con canciones.