Un fletero debe trasportar a un músico ciego de 75 años y a su piano hacia su pueblo natal. En el camino deben sobrellevar situaciones que ponen a prueba su convivencia y el logro de su cometido, a la vez se van encontrando con personas que al igual que ellos viven en soledad.
Bella creación ambiental, dramática y lírica que fluye mansamente generando una cuidada sensación de paz y armonía, sobre una base melancólica que sirve además para unir a los dos personajes, resaltar sus flaquezas pero también apoyarles y expresar su determinación. La música evoluciona a la par que el camino que emprenden y paulatinamente va abriendose en esperanza y optimismo, con momentos de tránsito y otros bellos y categóricos.