El gerente de Recursos Humanos de la panadería más grande de Jerusalén tiene problemas: está separado de su mujer, distanciado de su hija y atrapado en un trabajo que odia. Cuando una de sus empleadas fallece por la explosión de un hombre-bomba y su cuerpo no es reclamado, se le encarga que haga todo lo posible por enmendar la situación.
El compositor aporta un tono tragicómico basándose en música étnica y en la alternancia de temas humorísticos, desenfadados, con otros que son dramáticos, todo en derredor de un retentivo tema principal.