Al saber que su esposa fue muerta en la guerra de Irak, un hombre inicia un viaje por la carretera con sus dos hijas, para intentar asumir la desgracia.
Una bella, sencilla y emotiva canción le sirve al compositor como base principal melódica para diversas variaciones, tal y como suele hacer en sus filmes como director. Es, en este sentido, una partitura excesivamente estática y, aunque ese tema principal sea hermoso -ya sea versionado con piano, con guitarra o con orquesta-, resulta ser, en su conjunto, insuficiente.