La trayectoria del compositor -tanto dentro como fuera del medio audiovisual- es la carrera de un autor que, ante todo, es fiel a si mismo y a sus principios musicales, a pesar de haber cedido en más de una ocasión a criterios comerciales (aunque, en justicia, habría que indicar que, en España, algunos de esos criterios comerciales los ha impuesto él).
Este es un nuevo álbum -no cinematográfico- del compositor, con nueve canciones a los que él pone su propia voz y en las que acumula su experiencia y estilo del pasado con propuestas de presente y futuro. En cierta manera, y comparándolo con sus álbumes inmediatamente anteriores, parece ser un paso adelante, pero no definitivo, en su búsqueda de un nuevo lenguaje musical, donde se aprecia cierta amargura existencialista, pero también una clara apuesta optimista, cálida y tierna, nada sentimentaloide o edulcorada.