Una enfermera es contratada para cuidar de un niño que no habla desde que murió su madre, y que vive con su padre en un antiguo caserón italiano.
El compositor aplica una banda sonora que desarrolla en los terrenos del misterio y del drama, de modo plácido pero con una tensión que va en cierto crescendo. Es una dualidad interesante, que se retroalimenta, que aporta un tono de moderada desolación pero que acaba algo estancada, a la que la ausencia de temas reconocibles afecta y que finalmente cae en no pocos clichés.